(Plano publicado en La voz de Almería) Nos sorprendía este pasado miércoles la Agrupación comunicando a las distintas hermandades y cof...

A esta es (o debería)

(Plano publicado en La voz de Almería)

Nos sorprendía este pasado miércoles la Agrupación comunicando a las distintas hermandades y cofradías el proyecto "de mejora" de la carrera oficial para la próxima Semana Santa de 2020. Y nos sorprendía para bien. Porque, aunque muchos quisiéramos que los cambios hubieran sido todavía mayores eliminando de una vez la obligatoriedad de discurrir por el Paseo de Almería, Isaac Vilches y su junta de gobierno han sido realistas y han preferido dar pasos firmes en pos de una carrera oficial que mejore sustancialmente las procesiones de la Semana Mayor de Almería.

Porque solo tenían que echarle redaños, abandonar el inmovilismo agrupacionista y cumplir la única condición que desde el palacio episcopal y desde la corporación municipal le han puesto: que por el Paseo había que pasar; aunque fuera un poquito, pero había que pasar. Y eso es lo que han hecho.

No vamos a tratar de explicar aquí las características de este proyecto del que tanto desde la propia Agrupación y la prensa ya se han desgranado las líneas maestras. Sino que nuestra intención es simplemente contar las bondades que, sinceramente, creemos que tiene el proyecto. O, más bien, una de sus dos opciones (que es la que nos encanta).

El proyecto es claro: una carrera oficial que comience en la torre de la catedral, que baje hasta la Patrona por Eduardo Pérez o por Cubo y que luego suba el Paseo, pero solo hasta Rueda López (donde está el Parrilla). O en el sentido inverso.

MEJORAS
Desde nuestro punto de vista, este proyecto que deben votar todas las hermandades tiene innumerables mejoras con respecto a lo que estamos acostumbrados. Vamos a enumerar algunas de ellas.

Para empezar, aunque no se destierra completamente el Paseo de los itinerarios, los metros que todas las cofradías se verían obligadas a transitar por esta arteria descienden en más de la mitad, siendo poco menos que algo testimonial. Así pues, de los 270 m que tenía antes, ahora solo 120 m serían obligatorios. Esto, que puede parecer una mera curiosidad, abre un sinfín de posibilidades a la hora de acceder o abandonar el Paseo.

Por otro lado, se incluye dentro de la carrera oficial la plaza de la Catedral y el primer templo de la diócesis, así como la visita al Santuario de la Santísima Virgen del Mar en el convento de Santo Domingo. Esta pasada Semana Santa de 2019, de las veintidós cofradías que salen a la calle en Almería desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección solamente tres cofradías no pasaron por la plaza de la Catedral (Borriquita -obligada-, Gran Poder y Coronación -no pasó por carrera oficial-), mientras que también fueron tres que no visitaron a la Patrona (Gran Poder, Coronación -no bajó al centro- y Prendimiento). La nueva fórmula daría mucho más sentido a las estaciones de penitencia durante la Semana Santa, visitando por partida doble templos muy importantes para todos los almerienses, en lugar de que sea solamente el centenario ficus del Paseo el que contemple todos y cada uno de los pasos.

Esta ampliación de la carrera oficial de 290 m a 675 m (de los cuales ya hemos visto que casi todas las cofradías ya lo vienen haciendo desde hace años), conllevaría además una distribución más variada de los asientos (esta vez parece que serán las esperadas sillas), que no se centraría solo en el Paseo, sino que sumaría otras zonas muy importantes como la plaza de la Catedral, plaza Virgen del Mar o la plaza Pablo Cazard, lo que haría mucho más atractivo el contemplar las procesiones en esas sillas.

Y, por supuesto, el deseo por parte de la Agrupación de ajustar los horarios eliminando esos incomodísimos huecos entre las distintas cofradías. Quizás sea algo utópico, pero es un paso fundamental en esta pretendida mejora de la carrera oficial de Almería.

LA MEJOR OPCIÓN
Sinceramente, cuanto más leemos el proyecto y lo analizamos más nos convencemos de que la opción más inteligente sería la de comenzar la carrera oficial en el Paseo de Almería a la altura del Parrilla y terminarla en la torre de la catedral. Al principio suena raro: ¿cómo vamos a ir al contrario de siempre? Pero si se piensa bien, poco a poco se van descubriendo ventajas.

En primer lugar está el sentido. ¿Es mejor empezar en el ficus y terminar en la catedral o empezar en la catedral y terminar en el ficus? Yo lo tengo claro. Más sentido tiene ir hasta el mayor templo de la diócesis y no hasta un árbol. La mayoría de las carreras oficiales que conocemos culminan realizando estación de penitencia en la catedral de turno. Es mucho más lógico.

Además, no os olvidemos que siempre será mejor para todos los componentes de los cortejos bajar el Paseo que no subirlo. Nazarenos, mantillas, músicos y costaleros seguro que entienden perfectamente este argumento.

Otra mejora que contemplamos si la carrera oficial comenzara en el Paseo es que el paso por la primera parte de esta carrera oficial sería mucho más temprano, lo que aumentaría la comodidad para una buena parte de público que se concentra en el Paseo y Virgen del Mar. No es de recibo que cofradías como Silencio, Soledad o Perdón, por poner solo tres ejemplos, pasen por la carrera oficial en plena madrugada lo que hace que mucho público haya abandonado la carrera oficial.


Comenzar la carrera oficial en el Paseo conllevaría una enorme posibilidad a la hora de poder acceder al palquillo de horas. Habría muchas opciones. La primera sería por el propio Paseo desde la Puerta de Purchena (norte), desde Ricardos (oeste) o Navarro Rodrigo (este). La segunda sería por la calle Lachambre (oeste), a la que se podría llegar desde Pablo Cazard (sur) o Conde Ofalia (norte). Y la tercera, por Rueda López (este) a la que se accedería por multitud de variantes (Reyes Católicos norte, Reyes Católicos sur, Marqués de Comillas, Javier Sanz, Rambla norte y Rambla Sur). Este abanico hace casi imposible los cruces y atascos entre cofradías.

La mayoría de cofradías no tendrían que variar su itinerario si no quisieran, simplemente haciéndolo al revés que en la actualidad. Ponemos los ejemplos de Soledad, Ángeles, Silencio, Amor, Perdón, Borriquita, Macarena, Sepulcro, Escucha, Calvario...).

Las cofradías de la parte sureste de la ciudad (Pasión, Caridad, Encuentro y Gran Poder) podrían llegar a Rueda López por varias opciones, sin necesidad de seguir subiendo como antes hasta Ricardos o Navarro Rodrigo. Pasión, por ejemplo, solo debería subir una calle (desde General Tamayo hasta Rueda López).

Por otro lado, las cofradías de la parte noreste (Estrella, Resucitado y Coronación) podrían acceder bajando la Rambla, por Javier Sanz e incluso por Juan Lirola. No olvidemos que la Estrella lleva ya dos años llegando hasta la catedral. Al final es solo hacerlo al revés.

Un caso especialmente beneficiado, desde nuestro punto de vista, sería el del Rosario del Mar que en estos años ha tenido que acceder a la carrera oficial demasiado pronto. Si esta opción fuese aprobada, podría rodear la plaza Virgen del Mar para callejear por las cuatro calles, visitar el convento de las Esclavas y bajar por Conde Ofalia hasta Lachambre. Esto le daría mucho más tiempo y facilitaría que el hueco entre la siguiente cofradía fuera mínimo.

Tampoco es demasiado complicado para las tres procesiones que salen desde el interior de la catedral. El Cristo del Escucha podría hacer lo mismo pero al revés sin ningún problema. Estudiantes podría salir en dirección a las Puras como siempre, ir a la Almedina para luego volver para hacer la carrera oficial. Y Prendimiento, igual: salir para Cervantes y meterse al Paseo por Ricardos (lo mismo que ahora pero al revés).

Por último, el acto del Encuentro en la plaza Circular (aunque ojalá decidieran llevárselo de nuevo a la plaza de la Catedral) podría adelantarse para luego subir hasta Rueda López y comenzar la carrera oficial hasta la catedral. No debe ser demasiado distinto a lo actual. Al final, es solo querer hacerlo.


Tras pasar por la Patrona y llegar a la catedral por Eduardo Pérez o Cubo (dependiendo de las dimensiones de los pasos de cada cofradía), la carrera oficial terminaría, tras el acto litúrgico en la puerta de la catedral, en su torre, ofreciendo tres posibilidades para emprender la vuelta a los templos. La primera sería la de subir por Cervantes para continuar por Mariana-Tiendas-Puerta de Purchena o Jovellanos hasta San Pedro. Muchas cofradías deberían tomar esta dirección.

Otra opción sería meterse por las Puras y José Ángel Valente, opción perfecta para cofradías que quieran dar la vuelta por Arráez (Santa Cena o Soledad, por ejemplo) o para las que quieren poner dirección a la Almedina (Angustias y Calvario, por ejemplo).

Y la última posibilidad sería la de bajar por Velázquez para rodear la catedral por sus muros en la ronda Beato Diego Ventaja, ofreciendo estampas espectaculares. La mayoría de las cofradías del sur de la ciudad deberían tomar esta opción.

JUNTAS DE GOBIERNO
Y ahora serán las propias hermandades las que tendrán que hablar y decidir el futuro; su futuro. Los hermanos mayores y sus juntas de gobierno deben olvidarse de personalismos, de egoísmos y de supuestas tradiciones mal entendidas para facilitar este cambio en la carrera oficial de la Semana Santa de Almería.

Ya no valen esas excusas de "es que yo siempre he tirado por ahí", "es que mi hermandad toda la vida ha hecho esto", "es que yo vengo desde muy lejos"... Todo eso ya no vale. Pensemos y soñemos como uno solo, busquemos lo mejor para la Semana Santa de Almería, hagamos los esfuerzos que haya que hacer, hallemos las soluciones a los problemas que habrá que solucionar (que serán muchos), pero no olvidemos que este paso lo llevan esperando los cofrades desde hace décadas.

Esperemos al mes de enero para ver qué sucede, para comprobar si las juntas de gobierno de todas las hermandades (por cierto, esperemos que las de Gloria se mantengan al margen en un tema que no les concierne) son capaces de ser valientes ahora que no hay posibilidad de echarle la culpa al de siempre. Ahora son ellos, solo ellos los que van a decidir el futuro de la Semana Santa de Almería.

Y, por supuesto, que no se extienda ese pensamiento que les gusta tanto a los cofrades inmovilistas que es el de "pues si eso ya para la próxima Semana Santa que ahora ya no da tiempo". Ahora ya no hay excusas; es vuestro momento y los cofrades no quieren engaños.

Y una vez que se apruebe, si Dios quiere, esperemos que se convierta en realidad, que desde aquel 2012 ya estamos curados de espanto por aquí. Porque a esta es (o debería).

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