En la historia de la Literatura los piratas siempre han sido tratados como personajes románticos, que luchaban contra la opresión de la ...

Piratas y corsarios


En la historia de la Literatura los piratas siempre han sido tratados como personajes románticos, que luchaban contra la opresión de la autoridad, ladronzuelos que se buscaban la vida para poder vivir y que la mayoría de las veces reponían el daño hecho por las injusticias de la dura vida. Así, todos recordamos a no pocos patasdepalo y parcheenelojo a los que dedicamos una media sonrisa con algo de aprobación, a sabiendas de que sus actos son censurables.

Sin embargo, en muchas ocasiones estos piratas se convertían en corsarios, bárbaros navegantes que pretendían causar el mayor daño posible a los rivales, que no respetaban ninguna ley ni patentes de corso y que solo perseguían su enriquecimiento personal. Nos acordamos de los inhumanos Barbarroja o Francis Drake, que sembraron el pánico por los mares de medio mundo.

Salvando las distancias, en el mundo cofrade sucede lo mismo. Hay piratas y corsarios. Todos hemos visto y conocemos procesiones piratas, promovidas por particulares, sin ningún tipo de autorización eclesiástica, pero que nos ha sacado una sonrisa y un comentario del tipo: "esto es cantera". Recordemos, sin ir más lejos, la que durante décadas recorría el centro de Almería organizada por Joaquín Capel (hasta con banda salió). Pero ese romanticismo mal entendido puede ser el que lleve a hacer la vista gorda muchas veces y a que el pirata se vaya creyendo algo más.

La historia de la procesión de la Virgen de la Luz del barrio de la Almedina se remonta a hace más de dos décadas. José de las Heras, conocido en el barrio por ser el monaguillo de la parroquia de San Juan, compró una imagen de María Santísima que, bajo la advocación de la Luz, guardaba en su domicilio. Esto tenía el beneplácito de don Carlos Revueltas, párroco por aquellos entonces, e incluso una tarde de 1999 se bendijo en la propia sacristía. Sin embargo, dicha imagen nunca recibió culto ni en San Juan ni en la ermita de San Antón, puesto que su dueño la seguía guardando en su casa. De hecho, desde allí salía la procesión todos los años (en la que incluso llegó a participar la Agrupación Nuestra Señora del Mar varias veces desde 2006). Incluso en el año 2009 se inscribieron en el registro de la Junta de Andalucía como asociación.

Pasó el tiempo y para intentar reflotar el proyecto, una persona apodada "El Carreas" empezó a tomar parte en el asunto. Se preparó un paso a costal y se adquirió una imagen más grande (la actual), lo que impidió que, por las dimensiones, la procesión siguiera saliendo desde el mismo domicilio, por lo que se comenzó a salir desde el lateral de la ermita (siempre fuera, donde están las escalerillas).

Veinte años de piratería, sin ninguna sede canónica, que se intentaron reconducir hace dos años por el propio obispado en una reunión, pero que cayó en saco roto y que han desembocado en la prohibición por parte de la autoridad eclesiástica de la celebración de la procesión que tenían prevista para el día 1 de junio.

Hasta aquí la parte romántica, la que te puede sacar tu lado comprensible, la que puedes llegar a entender y a esperar que todo se quede en nada, en que se reconduzca la situación y aquí paz y después gloria. Sin embargo, el pirata ha decidido convertirse en corsario. El propio José de las Heras declaraba en tono desafiante a La voz de Almería: "yo no digo a día de hoy que no va a salir". De hecho, a los pocos días se anunciaba que la procesión se posponía al 7 de septiembre e incluso han llegado a firmar un contrato con la Agrupación Musical Santa María de la Paz de El Ejido.

Sin embargo, para sorpresa de todos, ayer lunes 3 de junio salió la Virgen de la Luz a la calle en procesión. Varios cofrades de la zona de Pescadería fueron testigos y lo contaron por redes sociales. Un mínimo cortejo daba paso a la imagen, que iba portada sobre las andas de san Luis, y detrás se escuchaban los sones de los tambores de la banda de Monserrat. Dieron una vuelta por el barrio, pasaron por la recién restaurada pasarela y volvieron al lugar de donde habían salido.

¿Y ahora qué va a pasar? ¿Hasta cuándo va a durar este pulso con el obispado? ¿Llegará a salir también en septiembre? ¿Se podrá reconducir la situación y asentarse en alguna parroquia? ¿Y el proyecto de hermandad de Pasión para la que ya hay boceto y todo? Difícil poder dar una respuesta ilusionante y optimista. Sobre todo cuando se ha echado un órdago al señor obispo. Ahora los corsarios querrán clemencia, pero todos los actos tienen consecuencias.

0 comentarios: