Lunes de Pascua. Alegría a raudales por la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Y, como jartibles que somos, pena por la semana que ...

Los horarios en carrera oficial


Lunes de Pascua. Alegría a raudales por la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Y, como jartibles que somos, pena por la semana que se fue como un rayo. Casi no la hemos visto pasar. Se esfumó sin darnos cuenta, pero dejándonos una sonrisa dibujada en el rostro.

Y como ya pasó, hay que hablar de ella. Y poco a poco ir analizándola. E ir viendo los aspectos que se pueden mejorar para la que viene. Que luego no se ponga la manida excusa de que ya no da tiempo.

Hoy queríamos hablar de los horarios de llegada a la carrera oficial y los consiguientes huecos entre hermandades. Desde hace años el Ayuntamiento está empeñado (y bien que hace) en que los almerienses puedan sentarse en carrera oficial para poder contemplar el paso de las cofradías: estrechamiento, más localidades, más altura e, incluso, asientos en otros lugares. Sin embargo, todo esto se queda cojo si la persona que se sienta en carrera oficial tiene que esperar un par de horas a que llegue la siguiente cruz de guía.

El que suscribe no se ha sentado nunca (ni cree que lo haga) en las gradas de carrera oficial. Pero se entiende que mucha gente lo haga. Y por eso las cofradías deben intentar que el paso de las cofradías por carrera oficial sea seguido, sin cortes, fluido. No sé si los huecos que se producen en Almería suceden en otras localidades; en las que conocemos, por supuesto que no.

Aquí no estamos para ofrecer soluciones. Para eso ya estás las propias hermandades y la Agrupación, que es la que debería imponer sus remedios. Porque mientras esta cuestión no se solucione, nos seguirá faltando un paso crucial en la Semana Santa de Almería. Todos ganaríamos: cofrades, espectadores e incluso las mismas corporaciones.


De los seis días que vamos a analizar (excluimos el Sábado de Pasión y el Domingo de Resurrección por razones obvias), solamente en dos las cofradías de ese día pasan seguidas por carrera oficial, haciendo mucho más atractiva al espectador (y telespectador) la jornada.

El Domingo de Ramos las tres cofradías de la tarde noche pasan una detrás de otra por carrera oficial (Ángeles, 20.30; Estrella, 21.30; Santa Cena, 22.30). Y el Miércoles Santo las cuatro que salen a la calle también lo hacen de forma continua (Calvario, 20.20; Prendimiento, 21.00; Macarena, 22.15; Estudiantes, 23.10).

Sin embargo, cuatro días de la Semana Santa presentan unos horarios en carrera oficial que son totalmente incomprensibles en la mayoría de los casos. El Lunes Santo es un caso sangrante. Con solo dos cofradías en la calle, estas no son capaces de ponerse de acuerdo para pasar seguidas por el Paseo de Almería. Son solo dos cortejos y que además discurren por lugares totalmente opuestos. No hay posibilidad de cruce. La cruz de guía de Pasión se pone en el palquillo de horas a las siete y media de la tarde, mientras que los espectadores deben esperar dos horas enteras hasta que aparezca la del Gran Poder. Dos horas nada más y nada menos. Y lo peor es que llevamos así dos años. Porque antes, aunque existían huecos, en medio se colaba Macarena y no pasaba nada. Pero ya llevamos dos Semanas Santas igual. ¿No podría adelantar Gran Poder su salida a eso de las seis de la tarde para llegar antes a carrera oficial y cerrar ese hueco? Así llegaría antes al Zapillo en un día de diario; que este Lunes Santo el Señor entró en el templo a las dos menos cuarto de la mañana.


Otro día que nadie quiere arreglar es el del Martes Santo. Este año solo con dos cofradías, pero los años anteriores pasaba lo mismo. Existe un hueco de dos horas entre la venia del Amor (22.30) y la del Perdón (00.30) que es insoportable. Este año solo con dos cofradías, pero años anteriores pasaba lo mismo: en 2017 Coronación llegaba a las ocho y cuarto, mientras que en 2018 lo hizo unos minutos después de las ocho. Este Martes Santo cuando la cruz guía del Amor estaba en la Puerta de Purchena, el Perdón estaba en Tiendas. Y me dirán ustedes que es que es mejor ir a buscarlas por las calles. Y no lo dudo; así lo hago yo. Pero entonces para qué ponemos gradas en carrera oficial.

El Jueves Santo cuenta desde hace unos años con cuatro cofradías en la calle y, gracias a Dios, los problemas iniciales se solventaron y a día de hoy no hay cruces ni parones. Sin embargo, lo que no se ha solucionado son los tres bloques en los que se parte la tarde noche al paso por carrera oficial. Rosario del Mar ha conseguido este año retrasar la pronta salida en media hora, pero su llegada a carrera oficial a las seis de la tarde hace que deban de pasar tres horas hasta que el Encuentro haga lo propio. Normal que a primera hora de la tarde las gradas estén más que vacías. Pero es que desde la cruz de guía de la corporación de Ciudad Jardín a la de Angustias en el palquillo pasan de nuevo casi dos horas, puesto que la calle Gravina está ocupada por la entrada del Rosario del Mar en Santo Domingo. Y para más inri todavía habría que sumar otro hueco de más de una hora para que llegue la del Silencio. Un auténtico vaivén difícil de encajar, pero muy difícil también de soportar para cualquier almeriense que se siente en carrera oficial. ¿Podría salir hacia otro lado Rosario del Mar y pasar más tarde por carrera oficial? ¿Podrían ajustarse esos huecos entre todos?

Y terminamos con el Viernes Santo. Una tarde noche que ha sufrido distintos vaivenes en los últimos años. La Semana Santa de 2014 fue la última en la que las tres procesiones discurrieron seguidas por el Paseo (Sepulcro, 22.30; Caridad, 22.55; Soledad, 23.15). Al año siguiente, el traslado de Caridad a Santa Teresa y la obligación por parte del obispado al adelanto de la salida del Santo Sepulcro hicieron que el hueco entre las dos primeras y la Soledad se fuera abriendo. Caridad salía tarde, pero a partir del año pasado comenzó a hacerlo a las siete de la tarde (lo que se ha visto casi inviable por los Oficios), por lo que el Viernes Santo se ha partido completamente en tres partes. El adelante en media hora de este año por parte de la Soledad no arregla este desaguisado, puesto que hace falta la implicación de todos.

La nueva junta de gobierno de la Agrupación de nuestra ciudad debería tomarse esto como una prioridad para que la Semana Santa de Almería siga creciendo. Es difícil (en algunos casos mucho), pero para eso está esta entidad, que debe dirigir a las hermandades para el bien común. Y, si las propias corporaciones no ponen su granito de arena, alguien las tendrá que obligar.

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