Foto: Diario de Almería Cinco meses y medio han pasado desde aquel odiado 15 de marzo , cuando un estado de alarma, provocado por una pandem...

Un 2020 casi sin imágenes en la calles de Almería

Foto: Diario de Almería

Cinco meses y medio han pasado desde aquel odiado 15 de marzo, cuando un estado de alarma, provocado por una pandemia que ya estaba entre nosotros, cortó de cuajo la Cuaresma que había empezado dos semanas y media antes. Cinco meses y medio y estamos igual o peor.

El 26 de febrero fue Miércoles de Ceniza y nos dio muy poco tiempo a oler la Cuaresma: algún quinario, algunas presentaciones de carteles, algunas charlas, unos ensayos y la bendición de la nueva imagen del Resucitado. Las páginas de la agenda se iban cancelando al mismo ritmo que llegaban las malas noticias. El 14 de marzo el obispo publicó una nota cancelando todos los actos (al que las hermandades ya se habían adelantado). Diecisiete días que no dieron para mucho y que todos los cofrades de Almería vivimos con bastante nerviosismo.

Como curiosidad, las últimas imágenes que salieron a la calle fueron las de Jesús de la Sentencia y la de Jesús de Salud y Pasión, cuyas hermandades celebraron sus respectivos viacrucis por las feligresías el sábado 7 de marzo. Al siguiente fin de semana ya no llegamos.

En los dos primeros meses de este fatídico 2020, hemos vivido la tradicional romería de la Santísima Virgen del Mar a Torregarcía y las procesiones de san Antón y san Blas (quizás se me olvide alguna más). Luego llegó la truncada Cuaresma, siendo el barrio de la plaza de toros y el de Oliveros los úlitmos en ver a un titular cofrade por sus calles.

Cuando empezó el verano, un rayo de esperanza daba de soslayo en los cofrades, pero día a día se ha ido desvaneciendo y ya pocos confían en una Semana Santa normal el año que viene, a la vez que la pandemia devoraba cada una de las procesiones de gloria de nuestra ciudad. Además, en Almería las tres extraordinarias que había previstas se han suspendido (o aplazado): el 30 de mayo la de Nuestra Señora del Mayor Dolor y Traspaso y san Juan Evangelista de la hermandad del Gran Poder, en septiembre la del Señor de Salud y Pasión (y meses el traslado de la Virgen de los Desamparados a las Jesuitinas) y en octubre el Santísimo Cristo de la Caridad (amén de la extraordinaria de la Patrona de Almería). Nada. Cero. Todo out.

Lo peor es que las perspectivas no son buenas. Pero las hermandades siguen funcionando, siguen evangelizando, siguen realizando labores caritativas, siguen en lo que tienen que estar. Sin embargo, ahora deben dar un paso más allá para que las cofradías siguen funcionando: habrá que reinventarse, buscar nuevas fórmulas... Habrá que estar a la altura. Y lo estarán; no lo duden.

0 comentarios: